En las personas mayores el duelo que se produce por el fallecimiento de un ser querido se asocia a síntomas físicos y emocionales, reacciones que se dan frente a una pérdida y que hoy con la crisis sanitaria, se hacen más comunes y cercanas.
Debemos tener presente que el procesamiento y aceptación del duelo puede requerir de mucho tiempo y que las personas mayores suelen experimentar diferentes sentimientos en relación a las pérdidas. Es por ello, que tenemos que intentar ayudarles a atravesar esas emociones, para que su mente poco a poco vaya asimilando y adaptándose a la realidad.
Aunque a primera vista pueda resultar difícil, volver a recordar los momentos vividos con la persona fallecida puede ayudarles, ya que consigue disipar la imagen de los últimos días de vida de quien ya no está. Y para algunos casos se sugiere que pueda ajustarse a la nueva realidad, sin el ser querido que ha partido, quitando esa energía emocional que conlleva el recuerdo de esa persona y reconducirlo hacia otras relaciones familiares o con pares.
Sandra Acuña Académica Carrera Trabajo Social Sede Concepción Universidad de Las Américas