El azúcar en sangre, más conocido como glucosa, proviene de los alimentos que consumimos, y que nuestro organismo utiliza como fuente de energía.
Según el Clínica Cath, especializada en el cuidado de los adultos mayores con más de 20 años de trayectoria, explican que los «valores de azúcar en la sangre en ayunas entre 70 mg/dl a 100 mg/dl se consideran normales, los valores aumentados se deben corroborar con otros exámenes para hacer un diagnóstico de resistencia a la insulina o diabetes”.
Controlar los niveles de azúcar a todas las edades es muy importante, pero en especial en los mayores, que tienen más riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares o en la piel.
Como norma general, lo que se recomienda es que sean los propios mayores, los que controlen sus niveles de glucosa con un medidor y las cifras que deberían alarmarnos: por encima de los 200 miligramos por decilitro [mg/dl] o de 10 a 11,1 milimoles por litro [mmol/l], estaríamos hablando de hiperglicemia.
“Si no controlamos estos niveles a largo plazo podríamos desarrollar una enfermedad cardiovascular, dañar los nervios, tener insuficiencia renal, si se dañan los vasos sanguíneos de la retina podríamos acabar con ceguera, problemas en los pies, huesos y articulaciones, y tener infecciones en los dientes y encía” comenta la nutricionista Alejandra Robinson, de Clínica Cath
Otra forma de controlar estos niveles es haciendo ejercicio físico y llevando una dieta equilibrada, rica en alimentos como la canela, los huevos, las semillas de chía, la cúrcuma, el yogur griego o las nueces, correremos menos riesgo de tener diabetes, comentan desde la Clínica
Pie de diabético
Para Carolina Saravia, enfermera jefe de la clínica el pie de diabético muchas veces se produce por el mal cuidado de la enfermedad “El exceso de azúcar en la sangre va dañando los vasos sanguíneos, disminuyendo el flujo de sangre a las extremidades inferiores, vitaminas, minerales, que son los que mantienen nuestros pies saludables y sin heridas. Si estas heridas no se tratan a tiempo se puede llegar a amputar un dedo, pie o pierna de las persona, a lo que se suma, de que estas heridas no son fáciles de tratar, necesitan cuidados especiales” comenta Saravia.
En Chile existen más de 80 mil diabéticos que sufren de úlceras de pie y que están en permanente tratamiento, lo que significa costos altísimos para el sistema público. El 68% del total de amputaciones de extremidad inferior, corresponden apacientes diabéticos, siendo el 80% de extremidades inferiores.
La enfermera jefe de la Clínica Cath asegura “que el pie de diabético lamentablemente va directamente relacionado con la educación del enfermo frente a la enfermedad y cuidados de la diabetes. En Chile se les amputan más extremidades a los hombres, llegando a ser el 74% y sólo un 26% a los mujeres, lo que deja prever que las mujeres se cuidan un poco más de dicha enfermedad”