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jueves, noviembre 21, 2024

Autocuidado: factor clave para la salud e independencia de las personas mayores

En Chile se estima que existen casi 3.5 millones de personas mayores de 60 años, representando un 18% de la población, mientras que la esperanza de vida ha aumentado en los últimos quinquenios, esperando superar los 85 años en 2050, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). A esta edad, es normal que ciertas capacidades físicas se reduzcan, apareciendo limitaciones en la autonomía y funcionalidad. Por esto, el autocuidado es clave ya que permitirá mantener la independencia, prevenir o reducir algunas enfermedades y mejorar su bienestar general.

“El envejecimiento de la población constituye uno de los acontecimientos sociales y demográficos relevantes de las últimas décadas. Este proceso es heterogéneo, continuo e irreversible y depende de una serie de factores biológicos, sociales y culturales que determinarán los cambios fisiológicos del cuerpo y el riesgo de enfermedades. Por esto, el autocuidado permitirá envejecer con salud”, señala Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada.

Para la profesional, en línea con la definición que hace la Organización Mundial de la Salud sobre este tema, el cuidado de las personas mayores debe ser integral, respondiendo no sólo a sus necesidades básicas, sino que también a sus necesidades psicológicas, sociales, de recreación y espirituales, para poder desarrollar al máximo sus potencialidades. En este punto, añade que “no podemos perder de vista que el éxito de estas acciones requiere de la participación de la familia, cuidadores y todas las redes de apoyo con las que se cuenten”.

Algunos consejos

De acuerdo con el Ministerio de Salud, los adultos mayores tienen una mayor prevalencia de enfermedades crónicas, más episodios de enfermedades agudas y enfrentan un riesgo más elevado de accidentes, ostentando tasas de hospitalización mucho más altas -con una proporción tres veces mayor que la población general- y casi nueve días promedio de hospitalización, frente a los seis de la población general.  Por esto, es imprescindible tomar medidas que les permitan vivir esta etapa de la vida de mejor manera.

–        Alimentarse adecuadamente: En todas las épocas de la vida, y aún más en ésta, se debe tener una alimentación balanceada para asegurar un aporte óptimo de nutrientes. “No obstante, a contar de los 50 años, el organismo puede disminuir su capacidad de absorción por lo que debe conversarse con el médico tratante la posibilidad de consumir multivitamínicos que cubran algunas carencias nutricionales”, destaca Galarce.

–        Realizar ejercicio: Mantenerse activo y realizar alguna práctica deportiva es esencial para mantener un buen estado físico. De acuerdo con la doctora, “la movilidad tiene múltiples beneficios como el aumento en la resistencia cardiopulmonar, la resistencia músculo esquelética, fuerza, coordinación, el aumento en la velocidad de respuesta y la homeostasis”.

–        Mente activa: Es importante que nuestro cerebro se siga ejercitando, desarrollando pequeños -pero constantes- retos mentales, leyendo o haciendo actividades como puzles o sopas de letras. Así una persona mayor no sólo se divierte, sino que contribuye a prevenir enfermedades y la pérdida de memoria.

–        Actividades sociales: Es recomendable que las personas mayores asistan a eventos sociales o actividades recreativas, lo que ayudará a combatir la ansiedad, reducir el estrés y alejar la depresión. En este sentido, una persona mayor que participa de éstas se sentirá motivado y comprometido a realizarlas.

–        Mantener propósitos y metas: Se podría pensar que una persona mayor ya cumplió con las metas que se propuso para su vida y que, a esta edad, ya no hay mucho más por hacer. Esto es un grave error y contribuye a desarrollar cuadros depresivos en ellos. Según Galarce, “no es necesario que sean grandes metas, pero sí comenzar a desarrollar un nuevo hobbie, planear un viaje, mantener una rutina de visita a amigos o familia ayudarán a mantener a una persona activa y motivada”.

Por último, la supervisión y el control de las enfermedades será indispensable para poder realizar todas estas acciones. “Una de las causas que podría comprometer la autonomía de las personas mayores serían sus enfermedades crónicas no tratadas o controladas, pudiendo desarrollar crisis agudas. Las visitas al geriatra o médico tratante deben realizarse con regularidad y cumplir con las indicaciones dadas, incluyendo sus tratamientos farmacológicos son claves”, finaliza la doctora.

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